El Síndrome del Hombre Orquesta en las PYMES. Parte 2.

En la primer parte de este artículo hablábamos del mal que padecen muchos emprendedores y dueños de PYMES donde hacen todo por ellos mismos: el síndrome del hombre orquesta; y cuáles son los efectos negativos que se producen.

En este artículo empezaremos hablando sobre las diferencias entre la gestión operativa y la gestión estratégica.

Gestión Operativa vs. Gestión Estratégica.

Dentro de los negocios se entiende por gestión operativa a todas aquellas actividades que son parte del día a día y que son necesarias para que la empresa camine y subsista.

En el caso de la gestión estratégica, en esta se encierran todas aquellas acciones estratégicas que son necesarias para garantizar que la empresa seguirá existiendo en el futuro.

En el siguiente cuadro podemos ver las características que conforman a estos 2 tipos de gestión.

Ambas gestiones son necesarias para el funcionamiento de tu negocio, pero el problema del que venimos hablando es que el Hombre Orquesta sólo tiene tiempo para la gestión operativa.

 

Importancia de la gestión estratégica en una PYME.

Cómo empresario es importante que destines tiempo a este tipo de gestión sobre todo porque la misma brindará muchos beneficios a tu negocio.

Al dejar de sólo enfocarte en el día a día y empezar a ver más allá, vas a poder ser más proactivo y podrás  tomar decisiones que te llevarán a anticiparte a problemas que en un futuro no tan lejano podrían ser contraproducentes para los resultados de tu empresa.

Además, al pensar estratégicamente estarás más pendiente de tu entorno y podrás aprovechar las oportunidades que el medio te ofrece, así como identificar formas para hacerle frente a amenazas existentes.

También cuando ves la empresa de forma global y no parcial es más fácil que puedas pensar estratégicamente y hacerle frente a cualquier cambio que se produzca en el medio interno y externo.

Recuerda: El empresario no debe ser operativo, sino un estratega.

 

Algunos consejos para evitar el Síndrome del Hombre Orquesta.

Para empezar debes entender que no puedes seguir sobrecargándote con todas las actividades de tu negocio. Así que todo será parte de cambiar los hábitos que has desarrollado hasta el momento, así como organizarte mejor. A continuación un par de consejos:

1. Vuelve a los inicios, entendiendo a tu negocio. ¿Cuál es el objetivo de tu empresa? ¿A qué cliente te diriges? ¿Qué problema o necesidad es la que resuelves? Esto es importante que lo tengas bien definido, ya que te ayudará a pensar de manera estratégica.
2. Revisa tus recursos. Toma lápiz y papel e identifica con que recursos cuentas actualmente. De igual manera identifica cuantas personas están trabajando contigo y si están todas entendiendo el objetivo de tu negocio, así como los productos/servicios que vendes. Al hacer esto también podrás encontrar entre tus colaboradores candidatos para que te puedas apoyar en ellos.
3. Lista todas las actividades que se realizan en tu negocio. Así como has hecho un análisis de los recursos es importante que hagas un inventario de las actividades que se realizan cada día en tu empresa. Esto te ayudará a definir que actividades puedes delegar y cuáles no. Así también conocerás cuáles son tus procesos clave y que áreas tienes descuidadas. Te sorprenderás cuando veas que posiblemente áreas tan importantes y necesarias como Marketing e Innovación tienes bastante tiempo de no hacerles caso.
4. Aprende a delegar. Delegar no es una tarea sencilla cuando has estado atado al síndrome del hombre orquesta, pero es algo que se puede aprender poco a poco. Una vez que hayas encontrado los colaboradores más capacitados delega en ellos esas actividades operativas que te están consumiendo mucho tiempo. Ten fe en las personas.
5. Aprende a organizar tu tiempo. Puedes aplicar el principio de Pareto del 80/20, el cuál dice que sólo el 20% de las actividades producen el 80% de los resultados; y son estas actividades las que debes ejecutar tu mismo.

¿Y qué hago si no tengo suficientes recursos para contratar más colaboradores?

Hay que aprender a pensar fuera de la caja. Existen muchas formas en las que tú puedas conseguir personas que te ayuden optimizando al máximo tu tiempo y tus recursos económicos.

Acá te dejo 3 ideas:

1. Pasantías. Una pasantía es una forma económica de conseguir ayuda para tu empresa ya que en general la inversión es mínima (en ocasiones nula). Puedes buscar en las universidades los programas de pasantías y considerarla como una opción donde además de beneficiarte tú, le darás la oportunidad de obtener experiencia laboral a jóvenes que incluso podrían ser buenos candidatos para tu negocio en un momento dado.
2. Subcontrata servicios. Para desarrollar las diferentes actividades de tu negocio no siempre es necesario que cuentes con una persona de planta. Actividades como el Marketing Digital, un contador, Recursos Humanos, Asistencia Virtual, etc. puedes perfectamente delegarla en empresas que además de especializarse en esas áreas, sólo te cobraran por dicho servicio; y te olvidarás de los demás gastos de planilla.
3. Flexibilidad Laboral. Hay que ser creativos, y la flexibilidad laboral es un modelo en el que puedes jugar con la contratación por horas o a medio tiempo, trabajos temporales o trabajos por comisión. Además, investigaciones indican que los colaboradores que trabajan bajo esta modalidad suelen ser más productivos y estar más motivados y comprometidos.

 

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